VWBeetle
Es la aportación alemana a la santísima trinidad de los coches urbanos y económicos –junto al Mini británico y el 500 italiano–. Se llamaba inicialmente Type 1, pero un artículo de The New York Times lo rebautizó como Escarabajo por su color y forma. Desde 1938, se han vendido 23,5 millones de unidades.
Fue el icono del sueño americano tras la II Guerra Mundial. Su fabricación se mantuvo hasta 1975 y, si viajas a Cuba, aún puedes ver a unos cuantos circulando.
Dodge Charger.
Cuando se habla de Bullit, todo el mundo se acuerda del Mustang que conduce Steve McQueen. Pocos se acuerdan del Dodge Charger al que persigue por las colinas de San Francisco. Busca la escena en Youtube y sube al máximo el sonido de tu aparato. Es gloria bendita.
DeLorean DMC-12.
Que un hombre lo deje todo por cumplir un sueño siempre es el comienzo de una buena historia. La de John Zachary DeLorean, que llegó a ser Vicepresidente de General Motors antes de embarcarse en su aventura de fabricar el deportivo de la clase media americana, no terminó del todo bien. Su criatura, a pesar del bello diseño de Giugiaro, fue un notable fracaso comercial. Y ya lo habríamos olvidado de no ser porque Robert Zemeckis lo rescató para su película ‘Regreso al futuro’. Desde entonces, todos hemos querido tener uno.
Citroën Traction Avant
A día de hoy, el estándar en la industria del automóvil es la carrocería autoportante y la tracción delantera. A día de hoy. No lo era en 1934, cuando Citroën lanzó al mercado este coche revolucionario. El precioso diseño es obra del escultor Flaminio Bertoni, que también sería responsable después del 2CV o el DS.
Es, posiblemente, el primer SUV con vocación de serlo. De hecho, la expresión "Sport Utility" aparece por primera vez en el catálogo de este vehículo.
Bugatti Atlantic.
Solo se fabricaron cuatro unidades y, en la actualidad, sobreviven dos –una de ellas, en la colección de Ralph Lauren–. Es uno de los coches más bellos de la historia. Propulsado por un motor de 8 cilindros en línea y 210 CV, era capaz de alcanzar los 210 km/h. No está nada mal para 1938, ¿verdad?
Solo se fabricaron cuatro unidades y, en la actualidad, sobreviven dos –una de ellas, en la colección de Ralph Lauren–. Es uno de los coches más bellos de la historia. Propulsado por un motor de 8 cilindros en línea y 210 CV, era capaz de alcanzar los 210 km/h. No está nada mal para 1938, ¿verdad?
Range Rover.
Es a los coches como el color negro al vestuario. Vale igual para una boda, un funeral, una montería, una travesía campo a través o un viaje largo por carretera. Capaz como un tanque, cómodo como un avión, lujoso como una limusina.
Mini Cooper.
Su arquitectura y su diseño están entre los dos más influyentes en la historia del automóvil –junto al Ford T, que ocupa el primer lugar–. Vivió su primera juventud en los años 60 y siguió fabricándose hasta el año 2000. En 2001, el grupo BMW lanzó el nuevo Mini, que ha añadido varios capítulos a su historia legendaria. El último, una versión completamente eléctrica.
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